lunes, 21 de diciembre de 2015

MADRE DIVINA ISIS...VUESTRA POSICIÓN DELANTE DE LA DUDA - MÃE DIVINA ISIS...VOSSA POSIÇÃO PERANTE A DÚVIDA


MADRE DIVINA
VUESTRA POSICIÓN DELANTE DE LA DUDA
14.09.15


Desde el Reino Cristalino de vuestro Corazón, hace eco mi voz, el susurro de vuestra Madre Interior, principio generador del Rayo de vuestras almas, océano de pura luz, en el cual vuestras almas, como partículas centellantes, relucen.

Yo Soy vuestra Madre, por preparar vuestros cuerpos, Yo Soy vuestra Madre, por preparar vuestras almas, Yo Soy vuestra Madre por concebir vuestro Espíritu.

Yo pido permiso, a través de este canal, para expresar mi voz vivo y ardiente, para el impulso de mi Verbo tome forma y asuma palabras más comprensibles para vuestras mentes. Yo vengo en ésta oportunidad, primero, para recordarles mi presencia. Para despertar más una vez en vuestro corazón, el recuerdo de mí, el calor de la devoción que quema en mis átomos, avivar este Fuego en el núcleo ígneo de vuestra centella.

A partir de éste recuerdo, yo vengo a decirle a algunos de sus hermanos y hermanas, cuyos corazones a veces se contraen, ante el aparente sufrimiento del mundo, que no teman. Es cierto que yo no deseo para ustedes una posición de inercia que surge de una visión idílica de un futuro idílico, pero tampoco deseo para ustedes el desespero de aquellos que perdieron la fe, de aquellos que se creen menos, delante del aparente gran muro de dificultades. Ninguno de estos extremos, hijos e hijas, yo les deseo.
Yo necesito de vuestra presencia en este periodo aquí, sustentando la encarnación del Fuego Divino, colaborando con la transformación, no solamente de la consciencia del hombre, pero también de vuestra realidad aparente, y por lo tanto, yo deseo para ustedes, una posición equilibrada.

Ni la inercia de una visión idílica, ni el desespero de la visión pesimista, pero la exacta medida de acción y benevolencia, de paz y confianza de aquellos que ven la montaña pero no se atemorizan con su altura, y tampoco se recuestan y pasan sus días soñando con lo que hay después de la montaña.

Yo deseo para, y de ustedes, la posición del firme y decidido caminante que se dirige a la montaña, sube la montaña y ve con sus propios ojos, lo hay más allá de ella.

Mis amados, una cosa más tengo que decirles: Cuídense de la duda.
La duda es como una pequeña raja que se abre en la madera de un instrumento, al principio casi imperceptible para los ojos, pero progresivamente comprometiendo el sonido del instrumento; también como una pequeña mancha en la superficie de una fruta bella y saludable, que cuando menos se espera, la mitad de la fruta se pone podrida.
No le teman a la duda, y no la rechacen, encárenla, acójanla y resuélvanla.
Sus dudas no deben ser colocadas debajo de la alfombra de vuestro subconsciente, y tampoco deben ser levantadas como estandartes de guerra y de conflicto.
Sus dudas deben ser tratadas serenamente, pero seriamente, como alguien que se empeña en desatar un nudo: ojos, mente y dedos deben estar enfocados en esa tarea.
Así debe ser vuestra posición delante de la duda, porque de todas las fuerzas ciegas, la duda es la puerta para todas las demás, exactamente por su carácter aparentemente inofensivo; a final de cuentas, dudar es de humanos, cuestionarse es de humanos.

Es cierto que es así, y la duda es una necesidad saludable para el estado en que ustedes se encuentran, pero acaben con la duda y no transformen la duda en un huerto, del cual cuidan con celo.
La duda es el material organico que alimenta el fuego de vuestra fe, ella debe ser depositada allí, para que a través de su muerte, o su sacrificio, o su transmutación, ella fortalezca la aspiración interior.
Y esto no tiene que ver con elementos externos, no es la duda de algo o alguien, no es por algo o por alguien. La duda debe ser tratada con serenidad y seriedad, porque ella puede comprometer la fe en sí mismo, la f en la Presencia Divina que anima al hombre, y debe ser, por lo tanto, depositada como adobo, después de haber sido disecada y deshecha en pedazos, como alimento para el fuego de la llama de su aspiración.

Mis palabras no van en el sentido de crear en ustedes tensión ó aprehensión con relación a la duda, pero sí de promover una posición saludable, y un discernimiento claro y preciso con esta fuerza, pues ella es una tal, que circunda vuestros organismos como la corriente eléctrica viaja por los hilos que ustedes construyeron entre sus habitaciones.

Presten atención para la llama que arde en vuestro interior. Reconozcan la presencia de la Madre Divina que es el centro y radiación de esta llama y en este amor. Transbordándolos de este amor, transformándolos en un vaso que transborda. Porque, por más cliché que ésta frase pueda sonar a sus oídos, el amor es todavía, la única solución de sanación para las heridas de este mundo, y para sus propias heridas, y es de este amor atemporal y no manchado por las proyecciones y por las necesidades imaginadas, es de este amor que yo les hablo, y es este amor que yo comparto de corazón a corazón.

Yo les bendigo, yo reafirmo mi presencia en vuestro medio. Ser la Paz.


Mensaje canalizado por Selén
http://www.escolaluzviva.com.br/





MÃE DIVINA
VOSSA POSIÇÃO PERANTE A DÚVIDA
14.09.15


Desde o Reino Cristalino de vosso Coração ecoa minha voz, o sussurro de vossa Mãe interior, princípio gerador do Raio de vossas almas, oceano de pura luz, no qual vossas almas como partículas cintilantes reluzem.

Eu sou vossa Mãe por preparar vossos corpos, eu sou  vossa Mãe por preparar vossas almas, eu sou  vossa Mãe por conceber vosso Espírito.

Eu peço permissão, através deste canal, para expres sar meu Verbo vivo e ardente, para que o impulso de meu Verbo tome forma e assuma palavras mais inteligíveis para vossos cérebros. Eu venho nesta oportunidade, primeiramente, lhes relembrar de minha Presença. Primeiramente, despertar mais uma vez em vosso coração a lembrança de mim, o calor da devoção que queima em meus átomos, avivar, pois este Fogo no núcleo ígneo  de vossa centelha.

A partir desta relembrança, eu venho dizer a alguns de seus irmãos e irmãs, cujos corações por vezes se contraem ante o aparente sofrimento do mundo, que não temam. É bem verdade que eu não desejo para vós uma posição de inércia que surge da visão idílica de um futuro idílico, mas também não desejo para vós o desespero daqueles que perderam a fé, daqueles que se creem por demais pequenos perante o aparentemente grande muro das tribulações. Nenhum destes extremos, filhos e filhas, eu desejo para vós. Eu necessito de sua presença neste período aqui, sustentando a encarnação do Fogo Divino, colaborando na transformação, não somente da consciência do homem, mas também de sua realidade aparente; e para tanto eu desejo para vós e desejo de vós uma posição equilibrada.

Nem a inércia da visão idílica, e nem o desespero da visão pessimista, mas a exata medida de ação e benevolência, de paz e confiança daqueles que veem a montanha mas não se atemorizam com sua altura e também não se recostam e passam os seus dias sonhando com o que há depois da montanha.

Eu desejo para e de vocês a posição do firme e decidido caminhante que se dirige à montanha, sobe a montanha e vê com os seus próprios olhos o que há para além dela.
Minhas crianças, uma coisa a mais tenho a vos dizer: cuidai-vos da dúvida. A dúvida é como uma pequena fresta que se abre na madeira do instrumento, inicialmente quase imperceptível para os olhos, mas progressivamente comprometendo o som do instrumento; também é como uma pequena mancha na superfície de uma fruta bela e saudável, quando menos se espera, eis que metade da fruta apodreceu. Não temais a dúvida e nem a rejeiteis, encarai-a, acolhei-a e resolvei-a. Vossas duvidas não devem ser colocadas para debaixo do tapete de vosso subconsciente e também não devem ser levantadas como estandartes de guerra e de conflito. Vossas duvidas devem ser tratadas serenamente, mas sériamente, como alguém que se empenha em desatar um nó: olhos, mente e dedos devem estar envolvidos nesta tarefa.  Assim deve ser vossa posição perante a dúvida, porque de todas as forças cegas, a dúvida é a porta para todas as demais, exatamente por seu caráter aparentemente inofensivo; afinal de contas, duvidar é humano, questionar é humano. É bem verdade que assim é, e a duvida é uma necessidade saudável para o estado em que vocês se encontram, mas levem-na a seu termo e não transformem a dúvida numa horta da qual vocês cuidam com grande zelo. A dúvida é o material orgânico que alimenta o fogo de vossa fé, ela deve ser depositada ali, para que através de sua morte, ou seu sacrifício, ou sua transmutação, ela fortaleça a aspiração interior.  E isto não tem a ver com elementos externos, não é a duvida de algo ou alguém, não é por algo ou alguém. A dúvida deve ser tratada com serenidade e seriedade, porque ela pode comprometer a fé em si mesmo, a fé na Presença Divina que anima o homem e deve ser, portanto, depositada como adubo após ter sido dissecada e desfeita em pedaços como alimento para o fogo da chama de sua aspiração.

Minhas palavras  não vão no sentido de criar em vocês tensão ou apreensão com relação a dúvida, mas de promover uma posição saudável e um discernimento claro e preciso com esta força, pois ela é uma tal, que circunda vossos organismos como a corrente elétrica viaja pelos fios que vocês construíram entre suas habitações. 

Atentai, atentai para a chama que arde em vosso interior. Reconhecei a presença da Mãe Divina que é o centro e radiância desta chama e neste amor. Transbordando-vos deste amor, vos transformeis num vaso que transborda. Porque, por mais clichê que esta frase possa soar a seus ouvidos, o amor é ainda a única solução de cura para as feridas deste mundo e para as suas próprias e é deste amor atemporal e não maculado pelas projeções e pelas necessidades imaginadas, é deste amor que eu vos falo e é este amor que eu partilho de coração à coração.

Eu vos abençoo, eu reafirmo minha presença em vosso meio. Sê-de a Paz.



Mensagem canalizada por Selén
http://www.escolaluzviva.com.br/

No hay comentarios:

Publicar un comentario